Niños, adultos mayores y personas enfermas son particularmente vulnerables frente a eventos traumáticos. Queremos apoyarles y no siempre encontramos la manera. Los siguientes versículos bíblicos pueden guiarte en esta tarea que tomará tiempo. Ten paciencia, comprensión y amor con las personas que están sufriendo.
Vivamos bajo el cuidado
del Dios altísimo;
pasemos la noche bajo la protección
del Dios todopoderoso.
Él es nuestro refugio,
el Dios que nos da fuerzas,
¡el Dios en quien confiamos!
Sólo él puede librarnos
de los peligros ocultos
y de enfermedades mortales;
sólo bajo su protección
podemos vivir tranquilos,
pues nunca deja de cuidarnos.
Salmos 91:1-4 TLA
Los justos gimen, y el Señor los escucha
y los libra de todas sus angustias.
Cercano está el Señor para salvar
a los que tienen roto el corazón y el espíritu.
Salmo 34:17-18
Dios bendice a los que sufren,
pues él los consolará.
Mateo 5:4 TLA
En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total. Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!
Romanos 8:37-39 TLA
Pon toda tu confianza en Dios
y no en lo mucho que sabes.
Toma en cuenta a Dios
en todas tus acciones,
y él te ayudará en todo.
No te creas muy sabio;
obedece a Dios y aléjate del mal;
así te mantendrás sano y fuerte.
Proverbios 3:5-8 TLA
»Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar. Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.»
Mateo 11:28-30 TLA
Pero en su angustia clamaron al Señor,
y él los salvó de toda su aflicción;
los sacó de la profunda oscuridad,
y puso fin a su aflicción y sus cadenas.
¡Alabemos la misericordia del Señor,
y sus grandes hechos en favor de los mortales!
Él destruye las puertas de bronce,
y despedaza los cerrojos de hierro.
Salmos 107:13-16 RVC