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Himno Castillo fuerte y la reforma evangélica protestante

El conocido himno evangélico «Castillo fuerte» escrito por el reformador Alemán Martín Lutero  en 1529, es considerado el himno de la reforma protestante, movimiento centrado en la salvación por gracia, la centralidad de la Biblia y acceso a esta en la lengua materna (y no  latín como era hasta ese entonces)

Este himno es reconocido a nivel mundial y ha sido traducido a decenas incluido el chino y el lenguaje de señas. Es muy conocido por el pueblo evangélico chileno, nos recuerda la importancia que todos puedan tener acceso a la Palabra de Dios.

El 31 de Octubre de 1517 comenzó la reforma protestante. Muchas iglesias conmemoran esta día para recordar la centralidad de la escritura en la fe cristiana. Además en Chile ese día se celebra el «Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes de Chile»

Meditemos en el Himno Castillo fuerte y en el Salmo 46, texto bíblico que inspiró este himno.

1. Castillo fuerte es nuestro Dios
Defensa y buen escudo.
Con su poder nos librará de todo trance agudo.
Con furia y con afán acósanos Satán:
Por armas deja ver astucia y gran poder;
Cual él no hay en la tierra

2. Nuestro valor no es nada aquí,
Con él todo es perdido;
Mas con nosotros luchará de Dios el escogido.
Es nuestro Rey Jesús, él que venció en la cruz
Señor y Salvador, y siendo el solo Dios.
El triunfa en la batalla.

3. Y si demonios mil están
Prontos a devorarnos,
No temeremos, porque Dios sabrá cómo
ampararnos.
¡Que muestre su vigor Satán, y su furor!
Dañarnos no podrá, pues condenado es ya
Por su palabra Santa.

4. Esa palabra es del Señor,
Que el mundo no apetece,
Por el Espíritu de Dios muy firme permanece.
Nos pueden despojar de bienes, nombre, hogar,
El cuerpo destruir, mas siempre ha de existir
De Dios el reino eterno. Amén.

Salmo 46. (Reina Valera 1960)
1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del Altísimo.
5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.
7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
8 Venid, ved las obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la tierra.
9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la lanza,
Y quema los carros en el fuego.
10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah