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El Mundo Cambiante de las Misiones Modernas

Columna por por Phil Kenney & Andrés Casanueva.-

«En una reunión de los líderes bautistas a finales de 1700, un pastor recién ordenado se puso de pie para argumentar el valor de las misiones en el extranjero».  Pero fue abruptamente interrumpido por un pastor mayor, quien dijo: «Joven, siéntate.  Tú eres un entusiasta.  Cuando Dios quiera convertir a los paganos, lo hará sin consultar contigo o conmigo».

El destinatario de esta reprensión fue el joven William Carey.  Carey, quien es conocido como el «padre de las misiones modernas» y quien dio su vida traduciendo la Biblia en la India, dijo, «espera grandes cosas; intenta grandes cosas».

La misión no comenzó ni nació en el corazón de William Carey, sino más bien en el corazón de Dios y luego fue modelada a través de la obra de Su Hijo encarnado Jesús.

Poco antes de ascender al cielo, Jesús expresó el latido del corazón de Dios a sus discípulos: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

En el relato de las Escrituras del Nuevo Testamento leemos que los discípulos tomaron las palabras de Jesús en serio y actuaron sobre ellas.  Se extendió así el evangelio por todo el mundo conocido, predicándolo por todas partes para todo el mundo y haciendo discípulos de todas las personas que estaban siendo salvadas y se agregaban a la iglesia.

Por otra parte, desde la invención de la bebida más famosa del mundo, la Coca Cola en 1886, la compañía Coca Cola ha estado haciendo todo lo posible para tener una verdadera presencia global.  Un informe de 2009 afirmó que la Coca Cola estaba disponible en todo el mundo, excepto en Cuba, Sudán, Irán, Birmania y Corea del Norte. Para la Corporación Coca Cola, esta no fue una buena noticia porque significaba que todavía no había logrado su objetivo de llegar a todos en todas partes en el planeta tierra.

Jesús dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:19).  El renombrado misionero Hudson Taylor dijo: «La Gran Comisión no es una opción que debe ser considerada; es una orden que debe ser obedecida».

Más de 200 años han pasado desde que Carey fue reprendido por ese compañero ministro.  Durante estos años siguientes, evangelización, discipulado, los esfuerzos de plantación de iglesias y la traducción de la Biblia se han acelerado y la «iglesia global» ha crecido a un ritmo sin precedentes.  Movimientos misioneros, denominaciones, organizaciones y misioneros están experimentando que «las misiones funcionan».

Sin embargo, de acuerdo con The Mission to Unreached Peoples de Plano, Texas, «Casi 2 mil millones de personas (27,9% del total mundial) siguen estando esencialmente separados de acceso al evangelio.  Muchas de estas personas viven en los grandes centros urbanos.  Algunos son más remotos y rurales.  Menos del 10% de la fuerza de trabajo misionero moderno se centra en los pueblos menos evangelizados del mundo. Muchos de los no alcanzados siguen siendo en una gran medida «ignorados» de la Gran Comisión por el mundo Cristiano”.

Andre Whong, un pastor chino y misiólogo de Sydney, Australia hace referencia a «las tres oleadas de misiones» en su blog de internet.  Él dice: «La primera oleada fue iniciada por William Carey (1761-1834), un humilde zapatero. . . sirviendo como pionero misionero a la India por unos cuarenta años.  Esta primera oleada vio nacer agencias misioneras . . . enviar misioneros a las principales ciudades y puertos comerciales a lo largo de la costa de los países extranjeros.  Estos misioneros también compilaron diccionarios y gramáticas que estarían en uso durante muchos de los siguientes años.

La segunda oleada incluyó gente como James Hudson Taylor (1832-1905), que se dieron cuenta de que, si bien estaban siendo alcanzadas las ciudades costeras, todavía había grandes zonas en las regiones interiores de los países que aún no habían sido alcanzadas con el evangelio.

La tercera oleada se inició por la realización del misionero William Cameron Townsend (1896-1982), y el misiólogo Donald McGavaran de (1897-1990), quienes reconocieron que si bien puede haber muchas iglesias florecientes creadas dentro de un país, todavía puede haber minorías enteras dentro de ese país que todavía han quedado fuera de escuchar el evangelio».

Henrique Terena, un pastor indígena de Brasil y Presidente de CONPLEI subrayó las «tres oleadas» de misiones fuera de su experiencia y en el contexto indígena brasileño durante una presentación en una conferencia internacional en 2009.  Él dijo: «La primera oleada fue la llegada de los misioneros norteamericanos y europeos a los indígenas de Brasil.  La segunda oleada fue la llegada de los misioneros nacionales brasileños.  La tercera oleada incluye el movimiento de los pueblos indígenas de Brasil como parte de la fuerza misionera».  Aún más, comentó: «Las tres oleadas son importantes, necesarias y deben trabajar juntas para llevar a cabo la gran comisión».

El Dr. Howard Brant de SIM International expone en «Three Dynamic Shifts in World Missions» dentro de un artículo de 2004 titulado: «Redifining Missions for the 21st Century»:  «En este momento, nuestro mundo está cambiando más rápidamente que en cualquier momento en la historia mundial.  El primero de estos cambios ha sido identificado por Peter Jenkins en su libro, «The Next Christendom: The Coming Global Christianity» con la irrupción del cristianismo como un fenómeno mundial«.  El segundo tema importante es el hecho de que ahora vivimos en un mundo globalizado, lo que significa simplemente que nuestra tierra se ha convertido en una aldea global.  Se puede llegar a casi cualquier punto en el planeta dentro de 24 horas.  La tercera dinámica está fuera de nuestro mundo globalizado, es la que plantea que se está convirtiendo en una iglesia globalizada».

Ahora bien, la tarea de cumplir el mandato de Cristo es mucho más importante y mucho más urgente que la saturación de la tierra con una refrescante Coca Cola.  El mandato bíblico para ir a todos los rincones del mundo con el mensaje del Evangelio aún no ha sido completado.  Por ello algunos opinan que más que la Gran Comisión como tarea, deberíamos hablar de la Gran Omisión como resultado.  Podríamos preguntarnos irónicamente por qué razón Dios no le encargó la tarea de la evangelización mundial a la Coca Cola, dado que dicha compañía ha mostrado mucho más interés, responsabilidad y eficacia que la Iglesia.  Pero más allá de eso, debemos considerar que dicha tarea fue entregada como la principal misión a la Iglesia de Cristo por voluntad y mandato soberano de Dios, fue transmitida a ésta por Cristo, el Señor de su iglesia y se debe mantener como fuente y flujo constante por la presencia del Espíritu Santo.  John Piper dice que cuando la iglesia se enfrenta al desafío de la tarea pendiente, la misión mundial, solo puede tener tres tipos de respuestas posibles: ir, enviar o desobedecer.  Y en sus respuestas podemos apreciar qué lugar ocupa la voluntad del Padre, la acción del Hijo y la presencia del Espíritu Santo en la vida de su iglesia.

Como mencionaba anteriormente, la Gran Comisión incorpora un enfoque global que podemos apreciar en algunos pasajes del Nuevo Testamento que subrayan el comienzo de un movimiento global: “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hechos 8:4).  “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes” (Marcos 16:20a).  “Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá” (Hechos17:6b).  El mensaje sigue siendo el mismo, pero las estrategias, métodos y participantes claves deben cambiar y adaptarse a las realidades actuales y emergentes de la iglesia global.

Con todo esto en mente propongo que la «iglesia globalizada» está sin duda en la cima de la cuarta oleada de misiones y se enfrenta a nuevos desafíos y oportunidades, tales como:

  • Completar la tarea de alcanzar y discipular a todas las naciones (etnos) con el Evangelio.
  • Aceptar a la rápidamente emergente «iglesia del sur» como una parte necesaria e integral de la «iglesia globalizada» y unir y participar con ella en la realización de la tarea restante.
  • Abrazar totalmente y comprender la necesidad imperativa de alcanzar y discipular a las personas con las Escrituras y el Evangelio en su lengua materna.
  • Responder estratégica y contextualmente a las necesidades espirituales de las culturas orales.
  • Responder apropiadamente a la gran cantidad de personas no alfabetizadas mediante el empleo de medios y métodos apropiados para evangelizar y discipular a ellas.
  • Ser plenamente consciente de las preocupaciones especiales y las realidades de los países y lugares de acceso sensible y limitado.
  • Acceder y utilizar las investigaciones y la información disponible acerca de los no alcanzados y los menos alcanzados.
  • La colaboración con y el uso de la tecnología digital disponible para proporcionar a los «usuarios finales» creciente y abierto acceso a las Escrituras, materiales basados ​​en las Escrituras y el Evangelio.

¿Qué debería motivar e impulsar la participación e involucración de la «iglesia globalizada» en la cuarta oleada de misiones?

  • Que la tarea dada a la Iglesia por Jesucristo no ha sido completada.
  • Que la respuesta de la Iglesia a completar la tarea debe ser de colaboración y no de competencia.
  • Que la Iglesia es un cuerpo compuesto de muchas partes y cada parte es necesaria.
  • Que cada organización, agencia misionera y denominación tiene su distintivo:
  • Llamado
  • Visión
  • Propósito
  • Misión
  • Valores esenciales
  • Principios rectores
  • Áreas de especialización y competencias fundamentales
  • Capacidad
  • Recursos

Así que la fuerza impulsora para las organizaciones e individuos involucrados en la cuarta oleada de misiones debe ser el llamado de Dios, su visión y su misión.  Se trata de gente con el poder y la pasión de Dios que impulsará esta cuarta oleada y seguirá adelante con ella en el siglo 21.

Mientras que las personas aportan con sus recursos financieros a una visión y una misión, las finanzas no producen o dirigen la visión o administran la misión.  Hudson Taylor dijo: «A la obra de Dios hecha a la manera de Dios nunca le faltarán los suministros de Dios.  Muchos cristianos consideran las dificultades a la luz de sus propios recursos, y por lo tanto intentan muy poco y siempre fallan.  Muchos gigantes han sido hombres débiles que hicieron grandes cosas para Dios porque ellos contaban en Su poder y presencia para estar con ellos».

Los cielos y la tierra comenzaron a existir porque Dios habló.  Cuando Dios crea algo nuevo habla a la gente.  Él habla a las personas que lo conocen, escuchan a su voz, le escuchan a Él, y luego actúan sobre lo que Él ha hablado y está hablando.  En cada oleada de misiones, Dios ha hablado y la gente ha respondido a Su voz y a Su llamado.  Él está hablándonos nuevamente.  Debemos escucharle, obedecerle, tomar pasos de fe y recibir continuamente Su dirección y provisión.

La cuarta oleada de misiones está en el proceso de definirse a sí misma.  La «iglesia globalizada«, las agencias misioneras, las denominaciones, las organizaciones, los misioneros, la iglesia local y los miembros de la iglesia deben reexaminar cuál es su rol ahora y cuál debería ser en el futuro dada la evolución del mundo de las misiones modernas.  Ron Boehm dice en su libro, The Fourth Wave: «Una cuarta oleada involucrará a las personas de todas las edades y nacionalidades llegando a todo el mundo.»

¿Cómo y dónde encajamos tú y yo en la cuarta oleada de misiones?  ¿Podría ser nuestro rol alcanzar la diáspora que vive a pocos minutos de la puerta de nuestra iglesia, ya sea en el hemisferio norte o el sur?  Tal vez deberíamos ser más acogedores con los «misioneros inversos» que vienen desde el sur para evangelizar y discipular a grupos de personas en el norte.  ¿Podríamos ser más eficaz mediante la capacitación de los demás y transmitir nuestros conocimientos y experiencias para capacitarlos y habilitarlos a ser misioneros y organizaciones misioneras exitosas?  ¿Cómo podemos unirnos con otros para asegurar que todos los grupos de personas que necesitan de las Escrituras, tengan un acceso adecuado a ellas e interactúen con ellas en su lengua materna?  ¿Qué pasaría si la iglesia abrazara la ventana 4-14 e hiciera un enfoque hacia los niños cuando existe una probabilidad de que 32% de ellos aceptaran a Jesucristo como su Salvador?  ¿Deberíamos ser más deliberados en la formación de alianzas y el despliegue de personal para ir a trabajar al lado de los misioneros y organizaciones, agencias misioneras y denominaciones del hemisferio sur?  ¿Qué pasaría si nos enfocáramos en el desarrollo organizacional y la infraestructura de organizaciones nacionales en lugar de hacer la trasplantación de nuestras organizaciones en tierras foráneas?  ¿Podríamos adecuadamente y generosamente dispersar nuestros recursos financieros a los ministerios con los que colaboramos en lugar de solamente compartir nuestros recursos humanos?  ¿Podrías reconocer que al final de cuentas los recursos no son de la iglesia del norte o del sur, sino del Señor que nos los provee para que tengamos una actitud generosa y buena mayordomía, máxime cuando se trata de cumplir el plan del dueño absoluto de dichos recursos?  ¿Qué otras cosas creativas y prácticas deberíamos estar haciendo en esta cuarta oleada de misiones?

La cuarta oleada de misiones está llamando a la «iglesia globalizada» a pensar estratégicamente, a actuar con prudencia y avanzar en sinergia para llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra y discipular a todas las naciones (etnos) del «mundo globalizado».

  

Bibliografía

Referencias Bíblicas; Todas las citas de la Sagrada Escritura en esta publicación son tomadas de la Reina-Valera 1960 © 1960 por Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovado 1988 por Sociedades Bíblicas Unidas. Usada con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

Mission to Unreached Peoples; http://www.mup.org/

Carey, William; http://www.christianitytoday.com/ch/131christians/missionaries/carey.html

Taylor, Hudson; http://christian-quotes.ochristian.com/Hudson-Taylor-Quotes/

Whong, Andre; http://andrewhong.net/2006/07/09/three-waves-of-modern-missions/

Terena, Henrique; quotes from a presentation at an ALTECO conference in Orlando, FL

Boehme, Ron; The Fourth Wave; YWAM Publishing, © 2011 ISBN 978-1-57658-555-9

Brant, Dr. Howard; SIM International “Three Dynamic Shifts in World Missions” © 2004 http://www.sim.org/21stMissions.pdf

 

Autores

Philip S. Kenney

pkenney751_aol.com

Andres Casanueva

andrescasanueva64_gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

«Para conocer la voluntad de Dios, necesitamos una Biblia abierta y un mapa abierto.” William Carey