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El nacimiento de nuestro rey

En un sencillo lugar nació el Rey Jesús, nuestro Salvador. No necesitaba un trono terrenal, pues nunca dejó de tener su trono en el cielo y por el contario el venía a acercarse a toda la humanidad, incluyendo a los marginados y pobres. Te invito a que en esta navidad recuerdes que la sencillez del nacimiento de Jesús fue adornada no por lujos sino que por actitudes de pastores y sabios del oriente que vinieron a adorarlo, dejando sus trabajos, postergando sus actividades, para ir a rendirle reverencia al Mesías que llegó.  El nacimiento del Hijo de Dios de manera frágil como un bebé en un  establo no lo hacía menos digno y valioso de ser adorado. Ellos más que ver a un bebé vislumbraban más allá del horizonte, creyendo desde su interior que efectivamente ese bebé era el cumplimiento de la promesa del Salvador:

  • Pues ahora el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá, y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel. (ISaias 7.14)
  • Tú, Belén Efrata, eres pequeña para estar entre las familias de Judá; pero de ti me saldrá el que será Señor en Israel.  (Miqueas 5.2a).
  • Se te quitará el cetro, Judá; Ni el símbolo de poder de entre tus pies, hasta que venga Siloh y en torno a él se congreguen los pueblos. (Genesis 49.10)
  • orque un niño nos ha nacido, ¡un hijo nos ha sido concedido! Sobre sus hombros llevará el principado, y su nombre será «Consejero admirable», «Dios fuerte», «Padre Eterno» y «Príncipe de paz». (Isaias 9.6)

Te animo a que en esta navidad tu casa sea un lugar donde cada persona adore a Dios con una actitud de gratitud, reconociéndolas virtudes de nuestro Señor Jesucristo quien por un lado es cercano y por otro lado es majestuoso.

El Apóstol Pablo en la carta a los Filipenses nos resume en pocos versos la actitud de entrega misericordiosa que tuvo Jesús en la cruz y como hoy esta reinando a la diestra de Dios Padre en el cielo.

En esta Navidad recordemos todo acerca de Jesús.

1 Por esos días, Augusto César promulgó un edicto en el que ordenaba levantar un censo de todo el mundo.2 Este primer censo se llevó a cabo cuando Quirino era gobernador de Siria,

3 por lo que todos debían ir a su propio pueblo para inscribirse.

4 Como José era descendiente de David y vivía en Nazaret, que era una ciudad de Galilea, tuvo que ir a Belén, la ciudad de David, que estaba en Judea,

5 para inscribirse junto con María, que estaba desposada con él y se hallaba encinta.

6 Y mientras ellos se encontraban allí, se cumplió el tiempo de que ella diera a luz,

7 y allí tuvo a su hijo primogénito; y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en ese albergue.

Lucas 2:1-7 RVC

 

5 Que haya en ustedes el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús,6 quien, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

7 sino que se despojó a sí mismo y tomó forma de siervo, y se hizo semejante a los hombres;

8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

9 Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios el Padre.

Filipenses 2:5-11 RVC