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Versículos bíblicos para luchar contra el consumismo

Los cristianos podemos tener luchas con el consumismo. Esto puede llevar a sobreendeudarnos, a desear tantas cosas que nunca estamos saciados, a poner demasiada atención en las cosas temporales. Quizás afecte nuestra generosidad con el prójimo. Hasta podemos alejarnos de hacer la voluntad de Dios. Los siguientes versos de la Biblia nos pueden ayudar a tomar sabias decisiones respecto al consumo.

 

Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8 Así que, si tenemos sustento y abrigo, contentémonos con eso.  1 Timoteo 6:7-8 RVC

También les dijo: «Manténganse atentos y cuídense de toda avaricia, porque la vida del hombre no depende de los muchos bienes que posea.».  Lucas 12:15 RVC

Hay tres cosas que nunca están satisfechas: la tumba, la muerte, y la ambición humana.  Proverbios 27:20 TLA

No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen, y donde los ladrones minan y hurtan. 20 Por el contrario, acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corroen, y donde los ladrones no minan ni hurtan. 21 Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón  Mateo 6:19-21 RVC

Porque estos sufrimientos insignificantes y momentáneos producen en nosotros una gloria cada vez más excelsa y eterna. 18 Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:17-18 RVC

Hay gente que dice que el dinero no es importante, pero cuando ya lo tiene, todavía quiere más. Eso tampoco tiene sentido, 11 porque quien se llena de dinero también se llena de gente que quiere gastarlo. Lo único que sacan los ricos es el gusto de ver tanto dinero.  Eclesiastés 5:10-11 TLA

No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 El mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.  1 Juan 2:15-17 RC

 

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